La programación cuántica
Sin duda, es hablar de futuro, aunque lo cierto es que algunos gigantes del software llevan tiempo apostando por la programación cuántica y ya han lanzado sus primeras etapas del lenguaje de programación.
Los equipos cuánticos no se parecen en nada a los ordenadores clásicos y, por el coste de su fabricación y mantenimiento, son tan inaccesibles que sólo se utilizan en contados laboratorios de experimentación.
Sin embargo, al remontarnos a los antepasados de los ordenadores que actualmente todos tenemos en casa, sabemos que el problema del tamaño, el coste y el mantenimiento pueden encontrar solución en unas pocas décadas.
Los orígenes de la computación cuántica for dummies
En sólo cuatro párrafos: la unidad básica de información en un ordenador clásico es el bit, que tiene dos estados posibles: 1 o 0. Con esto se pueden representar, mediante procesos mecánicos, una limitada cantidad de estados distintos.
En un ordenador cuántico, la unidad básica de información es el qubit que, al regirse por normas de la física cuántica –no mecánica-, mediante superposición de estados y entrelazamiento, pueden ser 1 o 0 o algo entre ellos, e incluso ambos al mismo tiempo.
En resumen, los ordenadores cuánticos pueden almacenar mucho más, gracias a la superposición, y afectar las relaciones entre qubits forzosamente, gracias al entrelazamiento.
Pero los qubits no pueden “materialmente” leerse con ordenadores convencionales, aunque se han creado algunos simuladores que permiten volver útil esta nueva tecnología a través del desarrollo de programación cuántica.
La velocidad de la luz en el horizonte futuro
Esta tecnología –ligada al comportamiento de la luz-, de momento es extremadamente compleja, pero podría resolver rápidamente –incluso en horas o minutos- cálculos que a un superordenador le resulta imposible o le llevaría teóricamente siglos completar.
La aplicación, aunque aún está muy lejos de llegar al ordenador portátil, se está orientando a aumentar la velocidad y capacidad para el aprendizaje automático, y para encontrar soluciones a problemas en el campo de la química mediante la simulación de moléculas complejas.
Con vistas al futuro, además de lenguajes de programación específicos, se están investigando nuevos materiales que permitan la construcción de ordenadores cuánticos más accesibles y estables en condiciones de mantenimiento menos exigentes.
Así, aunque de momento sólo se experimente con simuladores, puede que en unas cuantas décadas, hablemos con más familiaridad del ordenador cuántico, tal y como actualmente lo hacemos con otros dispositivos.